Con casi dos metros de altura y un peso de diez libras, mal vestido y con olor a tabaco frío, Monet es un policía misántropo en decadencia. Su purgatorio es ser agente de policía en la IGPN, la fuerza policial italiana. Su misión: inspeccionar esta pequeña comisaría fronteriza entre los Alpes franceses e italianos. Es un lugar insólito en un valle concurrido donde las reglas del Salvaje Oeste han reemplazado a las de la ley. Monet solo tiene una cosa en mente: completar su misión lo antes posible, incluso si eso significa cometer errores para escapar de este lugar olvidado de Dios.
Cuando el cuerpo de un migrante cae por un precipicio en el bosque, todos creen que es un accidente. Monet no. Los viejos reflejos tardan en morir, y el policía caído en desgracia vuelve a ser lo que nunca fue: un investigador perspicaz y combativo.
